jueves, 30 de marzo de 2017

IN NATURALIBUS


IN NATURALIBUS



El desnudo cuerpo femenino sugiere y prolonga el paisaje. Todo el paisaje. Sea entre las aguas, elevándose sobre intemporales rocas, en la arena que da el tiempo y su demora o extendiéndose en el apacible esplendor de la hierba y la fantasmal imagen de los tepuyes, casi un boceto, trastoca los signos bíblicos y se convierte de apéndice de la creación en poder creador. Un poder que, en y por su desnudes, muestra su congruencia en el paisaje y la imagen que, en la luz y en la sombra, interroga las líneas y curvas que el mismo paisaje contiene.
Esa es la relación que nos da Jesús Carneiro  con una nueva serie de desnudos femeninos, incluida en este calendario. Sé que Jesús ha dedicado un largo tiempo a fotografiar, con sensibilidad el cuerpo femenino. Y lo ha hecho con fortuna, permitiendo que aparezca el sentido de la interrogación y el ciclo de la duda, tan vinculadas a los asuntos de esa pluralidad de seres que es lo femenino.
Ver en el paisaje al paisaje. Una visión que trastoca al primer acto y trae, a la memoria, los siempre nuevos deseos de la renovación. Y la entrega. Como en estos desnudos que por el ojo del fotógrafo, Jesús Carneiro, son la brevedad y la permanencia.



Abraham Salloum Bitar †












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