IN
NATURALIBUS
El desnudo cuerpo femenino
sugiere y prolonga el paisaje. Todo el paisaje. Sea entre las aguas, elevándose
sobre intemporales rocas, en la arena que da el tiempo y su demora o
extendiéndose en el apacible esplendor de la hierba y la fantasmal imagen de
los tepuyes, casi un boceto, trastoca los signos bíblicos y se convierte de
apéndice de la creación en poder creador. Un poder que, en y por su desnudes,
muestra su congruencia en el paisaje y la imagen que, en la luz y en la sombra,
interroga las líneas y curvas que el mismo paisaje contiene.
Esa es la relación que nos da
Jesús Carneiro con una nueva serie de
desnudos femeninos, incluida en este calendario. Sé que Jesús ha dedicado un
largo tiempo a fotografiar, con sensibilidad el cuerpo femenino. Y lo ha hecho
con fortuna, permitiendo que aparezca el sentido de la interrogación y el ciclo
de la duda, tan vinculadas a los asuntos de esa pluralidad de seres que es lo
femenino.
Ver en el paisaje al paisaje.
Una visión que trastoca al primer acto y trae, a la memoria, los siempre nuevos
deseos de la renovación. Y la entrega. Como en estos desnudos que por el ojo
del fotógrafo, Jesús Carneiro, son la brevedad y la permanencia.
Abraham Salloum Bitar †
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